Llegar al final de una montaña rusa en la que la inercia de los looping anteriores te conduce al mayor de ellos, al definitivo, al que te hace contener la respiración hasta el último momento, puede resultar todo un placer. Con esta sensación vertiginosa se disfrutan las páginas de Los amantes de Hiroshima del escritor barcelonés Toni Hill, tercera y última parte de la trilogía protagonizada por el inspector Salgado y donde se resuelven las incógnitas planteadas en El verano de los juguetes muertos y en Los buenos suicidas.
En esta tercera entrega dos amantes desaparecidos siete años atrás son encontrados asesinados en una casa abandonada en las afueras de Barcelona en lo que parece un ritual de amor y muerte. En este crimen centrarán sus pesquisas el inspector Héctor Salgado y la agente Leire Castro. Mientras, sigue vigente el gran misterio transversal que le da unidad a la trilogía y del que no vamos a dar más pistas para no chafar a aquellos lectores que se sumerjan ahora en el primer volumen.
Y aunque hablábamos del vértigo que provocan unas tramas complejas que se ramifican de la mano de una pléyade de personajes, lo más afortunado de estas novelas es su equilibrio. Ese que se construye apoyando la narración detectivesca en unos personajes maravillosamente construidos, Héctor Salgado y Leire Castro. Pero no sólo ellos, cualquier secundario se nos muestra profundamente humano, real. El escritor se detiene en cada uno para dotarles de una personalidad elaborada que evita que se queden reducidos a una simple pieza en ese juego de pistas y falsas verdades de la novela policiaca.
En las dos anteriores novelas, las tramas se centraban en dos universos particulares, el de la burguesía barcelonesa en El verano de los juguetes muertos y el del mundo empresarial en Los buenos suicidas, realidades donde hablar de la hipocresía, de las falsas apariencias, de lo macabro de los comportamientos que se esconden bajo la fachada de lo socialmente adecuado, resultaba cuanto menos atrayente. En esta ocasión la historia de los dos amantes viene envuelta en un tono más aterradoramente poético, la oscuridad de los hechos se apoya en unos personajes más enigmáticos, más insondables, pero no por ello lejanos de esa clase media a la que pueden pertenecer la mayoría de los protagonistas.
Como marco de todo esto, una Barcelona de doble dimensión. Por un lado ciudad mediterránea fascinante, atrayente, variopinta e inundada de personajes singulares. Una ciudad vista desde los ojos de alguien que a pesar de venir de fuera- Héctor es argentino- ya la ha hecho suya. Y por otro lado, está la ciudad que vive inmersa en las circunstancias de una época dura, el paro, la crisis y el descontento social que cuajó en el 15M.
Si todavía no se han acercado a las novelas de Toni Hill, no lo duden, pero dispongan de tiempo, con las tres publicadas no podrán reprimir las ganas de saber “qué pasó”.
Descárgate Los amantes de Hiroshima, de Toni Hill (DEBOLSILLO, 2014)