Paula Corroto
Fernando Savater está habituado a tratar con jóvenes y reflexionar con ellos acerca de las cuestiones morales, éticas y humanísticas. Sus libros Ética para Amador, Política para Amador o Las preguntas de la vida son un reflejo de esta constante preocupación. En Ética de urgencia (Ariel), disponible en versión electrónica, vuelve a rodearse de adolescentes para preguntarse por los aconteceres que han ocupado la actualidad en los últimos meses como el 15M, los abusos de poder y el uso de las nuevas tecnologías, y a partir de la escucha y los consejos intentar plantearse cuál es la reflexión ética que debe hacerse al respecto.
¿Cuáles son las razones urgentes para recuperar la ética?
Yo le llamé urgente al libro porque era lo que me planteaban como urgente mis interlocutores, jóvenes de varios institutos de Madrid y Zaragoza. Fui a hablar con ellos y les pregunté qué consideraban cuestiones sobre las que reflexionar en el terreno de la ética y la política. Y los temas que salen en el libro van desde lo laboral a la piratería en internet, los políticos o la religión. Esos eran los temas que propusieron y yo no hice más que servir de frontón para comentar las ideas y ayudarles en lo que pudiera.
Curiosamente hace unos años no estaba tanto en el debate público el tema de la ética y reflexionar sobre ella.
Eso demuestra hasta qué punto vivimos en Babia. Como bien dices, hace unos años no se tenía tanta urgencia ética, pero es cuando estaban ocurriendo todas estas cosas, las estafas, la gente se llevaba el dinero, la burbuja inmobiliaria… La gente cogía hipotecas y créditos que no iba a poder devolver… Cuando estaba ocurriendo todo es cuando la gente no se preocupaba de la ética. Y ha empezado a ocuparse cuando sus intereses han ido mal, lo cual es un motivo ético de muy poca calidad. Que te acuerdes cuando te tocan el bolsillo, pero cuando estás haciendo negocio no te preocupes, no es buena señal.
¿Qué es la ética? Porque hay muchos a los que se les ha olvidado.
La ética no es más que una reflexión sobre los motivos de nuestras acciones. No es un código. Se dice ‘hemos perdido la ética’, pero la ética no es algo que se pierde, sino que es esa reflexión sobre los motivos que tenemos para actuar, para utilizar nuestra libertad en relación con una serie de valores que queremos alcanzar. Porque cuando hacemos cosas es porque queremos obtener algo a través de ellas. Y esa reflexión sobre cuáles son los objetivos y los valores que estamos defendiendo es la ética.
Pero cuando vemos las noticias sobre el caso de Luis Bárcenas o de la ministra Ana Mato da la sensación de que hay personas que no acaban de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal o no les importa.
Eso es lo que tiene que preguntarse cada uno con respecto a sí mismo, porque la ética no es un arma arrojadiza que sirva para juzgar a los demás sino que prioritariamente es una reflexión sobre la libertad de cada uno. Un amigo que es profesor de Ética me decía hace poco: “ya he llegado a la conclusión de lo que es la ética y es lo que les falta a los demás”. Bueno, pues esta es la definición que habitualmente se emplea. Cuando la gente habla de ética habla de Bárcenas, de Mato…, pero nadie habla de la suya, y ese es el problema. La ética solo vale para reflexionar sobre uno mismo, la que tiene que preocupar a cada cual es la de sí mismo.
¿Y no crees que en estos momentos hay una vuelta hacia la responsabilidad cívica?
No estaría mal que fuera así. Hace unos años no pasaba y algunos íbamos recorriendo institutos para convencer a los jóvenes que en una sociedad democrática políticos somos todos y que hay que preocuparse para ocupar los puestos políticos e informarse. Pero entonces todo el mundo era apolítico. Todo el mundo pasaba de la política, se dedicaba a sus cosas. Pero ahora, todo el mundo ha pasado de ser apolítico a ser antipolítico. Así que, si hay que gente que como tú dices le ha despertado la responsabilidad cívica, ética pues sería estupendo. De todos los males es una pena que hayamos tenido que esperar a que la gente reciba el estacazo en la cabeza para que se den cuenta de cómo están las cosas, pero bien, nunca es tarde para aprender, y si de la crisis esta saliera algo bueno como la responsabilidad ética bendito sea dios.
Pero, como dices, también está surgiendo la antipolítica.
Y es igual de peligrosa que el apoliticismo. Ser apolítico o ser antipolítico son dos formas de ser imbécil en la sociedad democrática. Como si los políticos que hay no fueran nuestros mandados, aquellos a los que les hemos mandado mandar y que por tanto si ellos lo hacen mal peor lo habremos hecho los que les hemos elegido. A mí me preocupa la antipolítica porque malo era cuando todo el mundo pasaba de política, pero ahora que vamos a dejar sueltos a una especie de bárbaros que va por ahí siguiendo a quien cree que es político como si la culpa no la tuviesen los ciudadanos que no han hecho las cosas bien y que ahora no reaccionamos… Esto es lo que está pasando en Italia, que está con el agua al cuello también por muchas cosas. Y entonces resulta que un cómico, un personaje detestable y gris, organiza unos numeritos y la gente, en vez de estar dedicada y preocupada por resolver los problemas políticos, se va a hacer ruido… Pero así son las cosas.
¿Un Beppe Grillo, que a quien usted se refiere, podría darse en España?
Hombre claro. Aquí podemos tener grillos y saltamontes.
En cualquier caso, ¿no estamos superando esta codicia por un cierto altruismo que podemos ver ahora en los movimientos de cooperación, colaboración?
Por eso ha habido que inventar el altruismo. Si todo el mundo fuera émulo de Santa Teresa o San Francisco de Asís ninguno habríamos inventado la ética. Pero la ética se ha inventado para luchar contra unos males sociales que vemos a nuestro alrededor. Y los que reivindican principios y valores éticos lo hacen en contra de lo que ven, no a favor, porque si fuera a favor no tendría ningún mérito ser moral.
Volviendo al libro. También tocas temas como Internet y la privacidad.
Primero hay una cosa institucional. En este momento en el Parlamento Europeo se está debatiendo una ley para proteger los datos personales. Las grandes empresas tipo Google lo que quieren es que tener los datos de todo el mundo para vendernos la moto que toque ese día. Y la UE está intentando hacer una legislación para proteger esos datos. Lo que pasa es que muchas veces los que no protegen sus propios datos son los interesados que envían sus fotos enseñando sus partes pudendas al primero que se tercie y luego claro se horrorizan de lo que ocurre.
¿Internet está acabando con los límites entre lo que es público y privado?
Esperemos que no acabe eso, ya que imagínate que nos pongan a todos una cámara en la habitación para ver lo que hacemos y hacia a dónde vamos. Precisamente el ojo del Gran Hermano, esa idea de que todo el mundo tiene que enterarse de lo que hacen los demás y vivir en un mundo de cotillas virtuales, no es muy agradable. Aparte de lo que implica moralmente con respecto a las personas, que en vez de estar dedicadas a mejorar su vida están dedicadas a investigar la vida de los otros. En fin, entre eso y la piratería en la red, que es la mayor amenaza que tiene la cultura y que es ua muestra de inmoralidad colectiva flagrante, es un tema para reflexionar. Y sobre todo los jóvenes, puesto que son los que más viven en Internet y los que más tiempo van a vivir en Internet,
¿Por qué España está siempre en las listas de los que más piratean?
Es una muestra de que poca concepción ética que tiene la gente. La gente está preocupada de lo corrupto que es Bárcenas o Ana Mato, pero no de lo corrupto que son todos los que se están bajando películas, música etc. Y todo eso es una amenaza para los contenidos de la red.
¿Y hacia dónde vamos con todas estas cuestiones éticas?
Eso es mucho preguntar. La bola de cristal la tengo muy empañada. Lo único que puedo decir es que las personas libres nunca preguntan qué va a pasar sino qué vamos a hacer. Eso es lo que a mí me gustaría y lo que he tratado de decir a los jóvenes cuando me preguntaban esto mismo.